La propuesta se basa en el respeto al entorno, premisa de Siza.
El recorrido que enlaza el aparcamiento con el restaurante se realizará mediante una pasarela y no requerirá de una construcción agresiva para el terreno rocoso. Será como un camino apoyado sobre pequeños pilotes que lo elevarán apenas treinta centímetros del suelo, al más puro estilo costero.